Flavio Sosa Villavicencio, ex líder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el hombre que gestó la revuelta social contra el ex gobernador Ulises Ruiz en el 2006 se reporta contagiado por Covid-19.
El ex diputado del Partido del Trabajo (PT) y líder social, quien llegó a estar preso en el penal del Altiplano, en Almoloya, y logro su libertad, por desvanecimiento de pruebas, dio positivo a la prueba PCR por SARS-COV2 y se reporta en aislamiento domiciliario, su estado de salud es reservado, reportaron médicos locales.
Mientras que Marcelino Nolasco Martínez, defensor del territorio en la región del Istmo de Tehuantepec y Coordinador del Centro de Derechos Humanos Tepeyac, falleció esta madrugada en un hospital regional de zona, a consecuencia de complicaciones por el Covid-19.
El activista resultó positivo a la prueba PSR hace una semana y media, pero comenzó a reportar síntomas graves de la enfermedad por lo que dejó la fase de aislamiento y fue hospitalizado, donde terminó internado en una unidad de cuidado intensivo, intubado, donde murió por falta de saturación de oxígeno.
Organizaciones de derechos humanos y comunitarias como Educa Oaxaca, Serapaz, Flor y Canto, Fundar, la Asamblea de los Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIDTT), Ojo de Agua Comunicación, lamentaron su pérdida y expresaron solidaridad con la familia de “Marce”, como le llamaban de forma cariñosa.
Marcelino, hombre labrado al sol, sereno, escuchador, con lógica pausada, expresaba con palabras precisas su oposición a megaproyectos como las plantas eólicas y, recientemente, al Corredor Interoceánico.
Marcelino dejó su testimonio a La Coperacha en la serie radiofónica “Resistir”, expresó que con los megaproyectos se ponían en juego dos formas de concebir el mundo: la del desarrollo capitalista y la de los pueblos originarios.
Se le recuerda su compromiso social desde la Pastoral Juvenil y las Comunidades Eclesiales de Base de la diócesis de Tehuantepec. Fue una persona cercana al obispo Arturo Lona Reyes, recientemente fallecido.
También se distinguió por impulsar una acción de base con procesos de educación, organización y defensa de los derechos humanos y el territorio.
Participó en el Bachillerato Comunitario Ikoots de San Mateo del Mar, en la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios (REDECOM); así como con las personas afectadas por los sismos de 2017 que fracturaron Oaxaca.