Cd. de Oaxaca, Oax., (3 de febrero de 2021).- De acuerdo con una investigación del periódico Reforma, el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, que otorga becas en efectivo a jóvenes de entre 18 y 29 años que ni estudian ni trabajan, no sólo ha beneficiado a “ninis”, sino que se ha convertido en una herramienta corruptible, sin controles, con la que particulares armaron redes para desviar fondos públicos.
La indagación publicada este dia por el rotativo, descubrió dos redes –una en el municipio de Linares y otra en el área metropolitana de Monterrey– encabezadas por un exfuncionario municipal y un aspirante de Morena a diputado federal por el Distrito 4 en San Nicolás, respectivamente, para inscribir por su cuenta a jóvenes en el programa y apoderarse de una porción importante de sus becas.
Durante cinco meses, un equipo de investigaciones especiales del medio realizó 140 entrevistas a beneficiarios que aparecen en el padrón de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS), bajo la férula de Luisa María Alcalde Lujan, responsable de ejecutar el Programa.
En el arranque del programa, el monto de la beca se tazó en 3 mil 600 pesos y para este año asciende a 4 mil 310 pesos.
Entre 2019 y 2020, los apoyos beneficiaron a 1.5 millones de jóvenes, con un una asignación presupuestal que rondó los 50 mil millones de pesos, según datos de la STyPS.
Las evidencias (testimonios y documentos) obtenidas por el tabloide revelaron que, en Linares, Reyes Lucio Zurita, ex empleado de la Coordinación de Desarrollo Económico municipal en la actual gestión del panista Fernando Adame, entretejió una red en contubernio con dueños de negocios locales para dar de alta a unos 100 jóvenes dentro del programa y así desviar los recursos federales.
Lucio ofreció supuestos empleos a jóvenes para obtener sus datos personales y, sin su consentimiento, usó la información para inscribirlos en la plataforma de Jóvenes Construyendo el Futuro.
De acuerdo con los entrevistados, el exfuncionario incluso les retiene las tarjetas bancarias en las que el Gobierno de la 4T les deposita el monto de sus apoyos.
Una estudiante de música, de 18 años –que accedió a dar su testimonio bajo condición de anonimato por temor a represalias–, relató que Lucio le ofreció trabajo tocando en un mercado y fiestas privadas por un pago de mil pesos mensuales. Lucio la obligaba mediante llamadas y visitas a su domicilio a transferirle 2 mil 700 pesos mensuales a una cuenta.
La segunda red detectada por el diario opera en el área metropolitana de Monterrey, y es comandada por el aspirante morenista a diputado federal Yahir Omar Guerrero Ríos, que engañaba a los estudiantes, a quienes prometía un apoyo económico de mil 600 pesos al mes por acudir a talleres de superación personal impartidos en “Ser 360”, que es uno de sus negocios.
Guerrero y sus colaboradores urdieron una red de engaños a universitarios entre 2019 y 2020, pese a que el programa es para jóvenes que ni estudian ni trabajan y no para estudiantes.
De acuerdo con el testimonio de Dyvanhi Patricia González García, de 21 años, alumna de la Facultad de Medicina, ella se enteró en 2019 de los cursos que ofrecía el morenista a través de redes sociales.
Al acercarse, le pidieron sus datos para registrarla, pero finalmente no aceptó.
“Me dijo (un colaborador de Ser 360) que lo iba a hacer todo por mí, porque él hacía los trámites”, contó. “Yo no sabía que había una plataforma (del programa) ni nada”.
Según datos del padrón único de beneficiarios del programa, a la cuenta de Dyvanhi se realizaron depósitos por 7 mil 200 pesos, monto que ella nunca cobró.
El equipo de investigaciones del diario buscó a Lucio en su negocio para pedirle su versión, pero se rehusó a hablar.
Guerrero, a su vez, prometió el pasado 11 de enero que daría una respuesta por escrito, pero tampoco lo hizo.
En Nuevo León existen 2 mil 240 empresas que funcionan como centros de trabajo en “Jóvenes Construyendo el Futuro” que reportan 5 mil 649 beneficiarios, de acuerdo con datos actualizados hasta octubre del 2020, aportados por la Secretaría del ramo que afirma tener sólo 14 inspectores para revisar el correcto funcionamiento del programa.